lunes, 1 de septiembre de 2014

Racismo

Hoy estuve recordando cosas de cuando estaba en la primaria.

Me di cuenta de que ciertas cosas que pasaron, sólo se entienden con la edad, cuando adquieres conocimiento de lo podrido que está el mundo y la gente. Mientras uno es pequeño no entiende bien ciertas cosas, quizás porque los niños no tienen la mente tan podrida con prejuicios como muchos adultos.

Recuerdo que en mi clase, sólo había una niña aparte de mí. Las opciones que tenía eran o bien andar con ella, andar con los niños (que no me caían bien en su mayoría, por brutos) y andar con niñas más mayores o más pequeñas. Esta niña que iba en mi clase solía enfadarse frecuentemente conmigo, y yo con ella, así que cada dos por tres rompíamos nuestra amistad hasta que una de las dos daba el paso de la reconciliación.

En una de esas "rupturas" de amistad, me hice amiga de una niña latinoamericana (no sé de qué país era, sólo sé que tenía acento, y que era la única extranjera en el colegio). La llamaré María (que no es su nombre real, del que tampoco me cuerdo muy bien). Yo estaba en 2º o en 3º de primaria, y ella era dos o tres años más mayor que yo. Me llevaba realmente bien con ella. Era muy simpática, educada y amable, así que me gustaba mucho estar con ella en los recreos.

En anteriores ocasiones había entablado amistad con niñas más mayores. En algunas ocasiones, no eran unas compañías demasiado recomendables, pero en otras no tenían nada de malo. Nunca me dijeron nada por andar con niñas más mayores que yo hasta que me vieron andar con María.

Recuerdo, además, que un día, en un recreo en el que estaba con ella y otra niña más pequeña que yo, vino una profesora, me regañó diciéndome que no podía andar con niñas tan mayores, me cogió del brazo y me alejó de allí.

Cuando me acordé de eso hoy, me resultó curioso que nunca me hubiesen impedido ser amiga de otras chicas mayores. Cuando las compañías que frecuentaba no eran demasiado recomendables, los profesores informaban a mi madre de la situación, pero jamás vino ninguno a cogerme del brazo para alejarme de nadie, sólo de esta chica.

Quizás esté pensando mal, puede ser, pero estoy convencida de que estoy en lo cierto cuando digo que fue un caso de racismo en toda regla (la gente de ese lugar era [y es] extremadamente cerrada de mente, todo hay que decirlo).
Sólo sé que al año siguiente esa niña ya no estaba en el colegio, así que no la volví a ver ni volví a saber nada de ella.

Y ya está, se acabó el post.

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